La tortícolis congénita es un trastorno bastante frecuente que aparece en el cuello del bebé y le hace adoptar una posición viciosa de la cabeza en rotación y flexión lateral. Es debido al acortamiento del músculo esternocleidomastoideo del cuello del bebé, y suele aparecer en los primeros meses de vida. En ocasiones, se puede palpar un engrosamiento en forma de oliva en músculo afectado.

La tortícolis generalmente suele estar producida por haber mantenido una posición forzada dentro del útero en los últimos meses de gestación o durante el mecanismo del parto. En ocasiones, la postura que adopta el bebé al dormir también puede favorecer la aparición de esta contractura. Es muy poco frecuente que la causa sea un problema óseo.

Debido que la cabeza del bebé está apoyada siempre al mismo lado, en ocasiones se asocia al aplanamiento de uno de los lados de cabeza (plagiocefalia). Este aplanamiento no repercute en el crecimiento del cerebro, pero puede dar lugar a asimetrías faciales. Es importante tratarlo precozmente para prevenir las adaptaciones posturales tipo escoliosis cuando el niño comience a andar.

La tortícolis congénita se reconoce porque el niño tiende a mantener la cabeza girada siempre al mismo lado y puede dificultarle la lactancia en uno de los lados al no girar correctamente la cabeza.
La tortícolis congénita se puede tratar mediante la fisioterapia y la osteopatía infantil, a través de movilizaciones y estiramientos suaves adaptados a cada bebé o niño. Así mismo, la terapia craneosacra también puede ayudar a prevenir las asimetrías en la cabeza y cara del niño. En la mayoría de los casos la mejoría es enorme, y sólo en un número muy reducido de casos es necesario recurrir a tratamientos quirúrgicos.

Es importante que los padres cuiden las posturas del niño y realicen unos ejercicios sencillos en forma de juego en el domicilio. Se recomienda cambiar la postura del bebé después de cada toma y dejarle un tiempo en posición boca abajo cuando esté despierto para fortalecer su musculatura del cuello. Se pueden realizar también movilizaciones suaves de su cabeza y estimularle al máximo posible con luces, sonidos y juegos hacia el lado donde no gira la cabeza.

En Kiné realizamos un tratamiento integral del niño, utilizando técnicas de fisioterapia y osteopatía infantil, así como de terapia craneosacra, para tratar el problema muscular y sus repercusiones en la esfera del cráneo.